VICTIMOLOGIA
Es el estudio científico de
las Víctimas del delito y tiene por objeto conocer los rasgos, características,
comportamiento y conducta de la víctima para relacionarlo con el delito. Es
decir estudiar en que medida la víctima ha contribuido, consciente o
inconscientemente, en la comisión de un delito.
La Finalidad de la
victimología es lograr que haya menos víctimas en todos los sectores de la sociedad: “Ya que el hombre representa
la fuerza creadora de la sociedad, la reducción del número de víctimas
contribuirá al progreso social”. Para comprender lo que es una víctima es
necesario realizar un Estudio
Físico, Estudio Psíquico y un Estudio Social de la víctima y su
relación con el delito. Es decir establecer de manera científica, las leyes que
rigen los procesos de victimización, los factores personales y sociales.
DEFINICION DE
VICTIMA: Existen muchas formas de definir a la Víctima, entre ellas tenemos:
Definición
Etimológica:
1 Vincire (lat):
animales que se sacrificaban a los dioses
1 Vincere (lat):
sujeto vencido de allí derivan los vocablos Victim (Ing.), Victime (fr),
Vittima (it).
Definición Conceptual: Persona que sufre un
perjuicio.
Definición Operacional (victimológico): Es el ser humano
que padece daño en los bienes jurídicamente protegidos: vida, salud, propiedad,
honor, honestidad, etc., por hechos de otra
persona.
CARACTERISTICAS DE LA VICTIMA:
1 La víctima puede constituirse en el factor
desencadenante del delito.
1 La Víctima: puede
asumir un rol de “pareja” o colaborador
con el delito.
1 El sujeto pasivo:
muerto, vencido, humillado, patrimonial, físico o moralmente, no es siempre (ni
mucho menos) sinónimo de inocencia.
1 “Si cualquier
individuo puede cometer un delito, cualquiera también puede llegar a ser
víctima”.
1 No todas las
personas en igual situación llegan a ser santos, víctimas o delincuentes.
BREVE RESEÑA HISTORICA:
1 Benjamín Mendelson,
utiliza por primera vez el término VICTIMOLOGIA, al dictar una conferencia en
la Sociedad de Psiquiatría de Bucarest, Hungría, el 29 de marzo de 1947.
1 Hans Von Henting
(1948): realiza una clasificación de las víctimas.
1 Karl A. Meninger: escribe el Hombre contra sí
mismo 1952.
1 José Rafael Mendoza
(1953): La importancia de la Víctima en relación con los delitos por
Imprudencia culposa del Automovilismo.
1 Ellemberg: (1954)
Relaciones Psicológicas entre el criminal y su víctima.
1 Paul Cornil
(1958/59) contribución de la Victimología a las ciencias Criminológicas.
1 Luis Jiménez de Asúa
(1958): Presenta su tipología
1 El Primer Simposio de Victimología se llevó a
cabo en Jerusalén (Israel) del 02 al 06
de septiembre de 1973 y se han realizado
varios Simposios, siempre con un intervalo de tres años.
1 Organización de la
Sociedad mundial de Victimología en 1979 (Münter)
LA PAREJA
DELINCUENTE: “Existe mutuo y pleno consenso en la armonía delictiva en
que dos personas (instigador e instigado) realizan un delito, los dos están de
acuerdo.
LA PAREJA PENAL: No es armónica
sino contrapuesta. Suele comenzar siendo armónica (Vg. la estafa) pero lo que
interesa al delincuente fundamentalmente es causar, al final, esa desarmonía
que determina y destaca los roles a que
están destinados en el acto delictual: victimario y víctima
UBICACION CIENTÍFICA: Benjamín Mendelson
la considera como una ciencia autónoma, otros
consideran que se trata de una rama integrativa o auxiliar de la
Criminología.
VICTIMIZACIÓN:
Se puede hablar de víctimas
abarcando al grupo de personas afectadas por catástrofes naturales, sociales y
criminales, en este espacio se reservará la reflexión sólo en torno a las
personas que se ven afectadas por el delito. Los autores tradicionalmente han
propuesto tres clases de Victimización:
1 PRIMARIA: La padecida por la persona blanco del delito. Ej.
Quien es secuestrado.
1 SECUNDARIA: La causada por la inadecuada intervención del estado.
Ej. La víctima de agresión sexual que sin fundamento es cuestionada y puesta en
duda su declaración.
1 TERCIARIA: La padecida por la persona ante la falta de asistencia
por parte del estado. Ej. Los niños desplazados por la violencia que carecen de
tratamiento psicológico y de asistencia social.
Algunos estudiosos
consideran que existen otros niveles de Victimización que merecen ser
estudiados.
1 CUARTO NIVEL: La padecida indirectamente
por las personas que rodean a quien fue blanco del delito. Ej. El esposo y los
hijos de la víctima de violación que también se ven afectados por el suceso.
1 QUINTO NIVEL: La padecida por los
profesionales que trabajan para la administración de justicia. Ej. El estrés
generado al Médico Legista al tener que realizar Reconocimientos Médico Legales
de delitos aberrantes.
TIPOLOGIAS DE LAS VICTIMAS
I.- CLASIFICACIÓN DE LAS VÍCTIMAS SEGÚN BENJAMIN MENDELSHON
Para Mendelshon la víctima puede ser tan
culpable como el criminal en el hecho delictivo. Esta relación entre criminal y
víctima se establece claramente, según advierte, al estudiar motivación y
reacción en la "pareja penal", lo que daría lugar a la repartición
similar de responsabilidades penales. Dependerá del examen de cada caso
concreto la determinación de esta circunstancia.
Establece un esquema gráfico de dos polos
apuestos, que determina uno con 0 de culpabilidad y 'el otro con 100. Explica
que la víctima que no es responsable criminológica ni penalmente estaría
situada en el 0 y el criminal, obviamente, en los 100 grados. Sostiene que en
la relación de la "pareja penal" es común encontrar que la posición
del criminal y la víctima no se encuentran en polos opuestos sino en posiciones
intermedias. Basándose en este tipo de esquemas y según sean las relaciones entre
ellos, elabora diversas categorías de víctimas:
a)
La
víctima enteramente inocente o víctima ideal. Es la que se suele denominar víctima
anónima que nada ha hecho o nada ha aportado para desencadenar la situación
criminal por la que se ve damnificada. Es totalmente ajena a la actividad del
criminal: el caso de la mujer a la cual el delincuente le arrebata un bolso
que lleva consigo. Al delincuente le da lo mismo que sea ella u otra. Le
interesa sólo el bolso y su contenido.
b)
La
víctima de culpabilidad menor o
por ignorancia. En
este caso se da un cierto impulso no voluntario al delito. Pero el sujeto por
cierto grado de culpa o por medio de un acto poco reflexivo causa su propia
victimación. Es el caso de la pareja de enamorados que mantiene relaciones
sexuales al aire libre o en un sitio no muy oculto de las miradas o de la
posibilidad de ser advertidos. Son atacados por una pandilla y sucede la
violación de la muchacha y la muerte del joven amante.
c)
La
víctima es tan culpable como el infractor (víctima voluntaria).
ü Los que cometen suicidio tirándolo a la
suerte.
ü El suicidio por adhesión.
ü El caso de eutanasia en que la víctima sufre de una enfermedad incurable (o ha
tenido un accidente gravísimo aislado de toda posibilidad médica) y no
pudiendo soportar los dolores implora que se le ayude a morir. Aduce Mendelshon
que en estos casos la víctima es tan o más responsable que el autor.
Siempre debería despuntar un análisis
lógico crítico de los hechos. Supóngase un médico que progresivamente va
señalando a su paciente que no tiene remedio y que por lo tanto no le queda
otra posibilidad que morir, hasta que el enfermo le solicita la inyección
letal. En este caso cabría una clara instigación y ya no se trataría de la
víctima suplicadora que por su propia voluntad y ante sus crueles
padecimientos, solicita desesperadamente la muerte. Para graduar certeramente
la actividad del agredido en la ocasión, es imprescindible efectuar una
investigación .previa y determinar frente a qué tipo de pareja situarnos.
Enrico Ferri, en el prólogo de El
suicidio, decía que: "El que da muerte a otro con su consentimiento no es
jurídicamente responsable si ha sido determinado a la acción no sólo por el
consentimiento de la víctima sino por un motivo moral, social y legítimo; en
cambio, será jurídicamente responsable si ese motivo en su acción es inmoral,
antisocial y antijurídico". Esta observación conduce derechamente al
problema de la legitimidad de la eutanasia. Dependerá de la postura que se adopte
respecto del consentimiento de la víctima y si ésta ha sido la determinante de
la acción y si puede ser (o llegar a ser) causa de justificación para el
autor.
Quedaría también la tesis moral de
justificación de este homicidio según la apreciación que de la moral se tenga
en una estructura social dada. Existe al respecto un precepto claro dentro de
las sociedades occidentales atenidas al principio "no matarás". Será
.preciso recordar este precepto cuando el Estado aplica la pena de muerte, que
es un asesinato frío, legal, en día y hora determinada, y que evidentemente no
ayuda a "bien morir" a nadie...
ü La
pareja criminal. Se
trata del íncubo y el súcubo que
intentan el suicidio y que ya ha sido tratado en otro parágrafo.
d)
La
víctima más culpable que el infractor.
Para Mendelshon
los casos serían los siguientes:
ü La
víctima provocadora. Es aquella
que por su conducta incita al autor a cometer ilicitud penal. Este tipo de
víctima desarrolla un papel notable en la criminodinamia desde la génesis delictual,
ya que tal incitación crea y favorece la explosión previa a la descarga
que-significa el crimen. El caso más común se da en los homicidios pasionales,
sobre todo en las celotipias cuando, por ejemplo, la mujer sabiendo que el
marido es extremadamente celoso lo provoca, lo azuza con su conducta
inconsciente a punto que produce la descarga que culmina en su muerte.
ü La
víctima por imprudencia. Es
la que determina el accidente por falta de control. Quien deja el automóvil mal
cerrado o con las llaves puestas da la impresión de que estuviera llamando al
ladrón...
e)
La
víctima más culpable o únicamente culpable. Aquí Mendelshon efectúa una subclasificación:
ü La
víctima-infractor. Se
trata del sujeto que, cometiendo la infracción, resulta finalmente víctima. Es
el caso del culpable de homicidio por legítima defensa.
ü La
víctima-simulante. Quien
acusa y logra imputar penalmente con el deseo concreto de que la justicia
cometa un error.
ü La
víctima-imaginaria. Se
trata por lo general de individuos con serias psicopatías de carácter y
conducta. Es el caso del paranoico reivindicados; querulante; perseguido-perseguidor;
interpretativo histérico; mitómano; demente senil; del niño púber (sobre todo
las jovencitas). En estos casos no existe la víctima en el sentido exacto del
término porque simplemente no ha habido infracción. Sólo sirve para señalar a
un autor imaginario ante la justicia penal y habrá que evitar que se cometan
errores judiciales contra un inocente.
En el proceso se debe seguir y perseguir
al presunto damnificado o víctima, teniendo muy en mira que pueda resultar
finalmente el cabal responsable del hecho. Menciona los casos de la muchachita
histérica que induce a error a sus padres y, por ende, a la justicia, ya que
éstos denuncian a una persona por violación que resulta detenida y procesada-
siendo que el delito nunca había ocurrido. Mendelshon concluye calificando a
las víctimas desde el punto de vista represivo en:
1er. grupo: La víctima
inocente.
En este caso le será aplicada al
infractor la totalidad de la pena o integral,
sin ninguna disminución, debido a que la víctima no ha tenido ningún rol.
2do. grupo: La víctima
provocadora.
La víctima
por imprudencia.
La víctima
voluntaria.
La víctima
por ignorancia.
Estas víctimas han colaborado en la
acción nociva y existe una culpabilidad recíproca, por lo cual la pena debe
ser menor para el victimario.
3er. grupo: La víctima
agresora.
La víctima
simuladora.
La víctima
imaginaria.
En estos casos son las víctimas las que
cometen por sí la acción nociva y el inculpado debe ser excluido de toda pena.
Una primera crítica a esta última
subclasificación es que el investigador israelí incurre en una generalización
determinista. No se puede calificar la penalidad o la sanción a priori. En materia penal siempre se está
frente a situaciones singulares. No son partidas de ajedrez que hasta cierto
número de jugadas se conocen de antemano. El hombre y sus actos merecen siempre
el interrogante, el asombro y, al fin, la comprensión. Que la víctima tenga una
actitud concreta provocadora y coadyuvante no implica ignorar o desconocer la
personalidad del autor del suceso penal. Esta calificación no se puede hacer de
antemano según sea la acción y participación de la víctima.
El delincuente es importante y es posible
que sucumba a la seducción de la víctima colaboradora cuando el sujeto
demuestra ser de una u otra forma socialmente peligroso. Es decir, bien pudo
cometer el crimen sin la colaboración de la víctima que, en el caso, pasaría a
ser accidental. Se trata de una cuestión circunstancial a tener muy en cuenta
por el juzgador.
Sin desconocer que la víctima juegue
decisivamente, entre otras circunstancias, la convicción la dará el decurso de
la concreta producción de los hechos y sus motivaciones. Esta elucidación
permitirá graduar (no de la manera taxativa como lo hace Mendelshon) de una
forma mucho más controlada y ajustar la pena que en definitiva deberá recaer.
II.- CLASIFICACION
DE LAS VICTIMAS SEGÚN JIMÉNEZ DE ASUA:
Luis
Jiménez de Asúa
ensaya una nueva clasificación y ubica a las víctimas en dos categorías sustanciales:
indiferentes
y determinadas. Juega un
papel importante en esta calificación el plano y la óptica en el que se mueve
el delincuente. Dice: "Pensemos, por ejemplo, en el que sale a la calle
con el objeto de atracar a cualquiera, al primer transeúnte. Para él la víctima
es indiferente: sea hombre o mujer, no le interesa ni su nombre ni su
condición, lo único que le importa es apoderarse de lo que lleva en el
bolsillo, con el grito que se hizo famoso en España de «la bolsa o la vida».
Pero, en cambio, otras veces la víctima no es indiferente. Al hombre que mata a
la mujer que le ha sido infiel, no le da igual matarla a ella que matar a otra
mujer; tiene que ser determinada, concreta, esa mujer, en el crimen
pasional".
Más que una clasificación se trata de una
sistematización de tipo genérico y escueto atractivo. Propone una nueva
categorización entre las víctimas determinadas a las que divide en resistentes y coadyuvantes, ya que advierte
terminantemente que las víctimas anónimas o indefinidas no tienen mayor
interés para la victimología.
Pone como ejemplo concreto de víctima resistente a quien ante un
ataque con un cuchillo o un revólver, se defiende de tal manera que pueda
llegar a matar en legítima defensa. En cambio, quien envenena a otro suele
pensar que la víctima será capaz de resistir y, por lo tanto, supone que el
intento puede quedar desbaratado y mata no dando oportunidad de defensa.
Lo que acontece con los atentados contra
la vida y la integridad corporal, acaece también en los delitos contra la
propiedad. Al arrancarle un reloj a una persona se le obliga a que lo entregue
mediante intimidación, lo que constituye el robo clásico. El medio empleado
puede ser también extorsivo y, otras veces, se emplea el ardid o engaño.
Señalaba que lo mismo acontece en los delitos contra la honestidad.
Expresa Jiménez de Asúa: "Podemos
poseer a la mujer de modo violento, intimidándola, lo que implica violación, o
bien engañándola con la promesa de matrimonio, lo que implica estupro. En el
fondo se trata de víctimas resistentes de modo expreso o presunto". Indudablemente
para la victimología, las víctimas más importantes, dentro de los delitos
convencionales, son las coadyuvantes. En
este rubro están comprendidas aquellas que participan del tiranicidio, los
homicidios "justicieros”, los homicidios pasionales, el duelo, la riña, el
suicidio, el rapto (incluso el consentido), los delitos sexuales, las muertes y
lesiones en accidentes causados por otros y, fundamentalmente, en aquellos
contra la propiedad, la estafa.
III.-
CLASIFICACION DE LAS VICTIMAS SEGÚN ABDEL EZZAT
FATTAH
El investigador hindú Fattah efectúa una
clasificación de las víctimas en la que, si bien se ciñe a conceptos extraídos
de von Hentig y Mendelshon, presenta ciertas originalidades:
A)
Víctima
provocadora. Es la
que desempeña un rol decisivo desde el punto de vista etiológico porque incita
al delincuente a cometer la infracción. Describe dos tipos: el pasivo y el
activo.
ü El
tipo pasivo (provocación
indirecta). Es el individuo que por su negligencia o imprudencia favorece la
situación propicia del crimen, incitando indirectamente al delincuente a
accionar. Los ejemplos clásicos son el del automovilista que deja sin cerrar
correctamente su automóvil en la vía pública o con las llaves puestas en su
interior. O el del comerciante que expone la mercadería de manera atrayente
pero muy al "alcance" de los clientes y sin vigilancia ostensible, tal
como ocurre en ciertos supermercados.
ü El
tipo activo (provocación
directa). Este tipo de víctima desempeña un rol más concreto, relevante en la
descarga del crimen. Existen dos variedades:
¯ La
víctima consciente es
la que incita a la acción como agente provocador o promotor. Desea el acto
delictuoso y hace todo 1o que puede y está a su alcance para que se produzca:
toma la iniciativa, solicita, exige la intervención. "Se encuentra a
menudo a esta víctima instigadora,
rogante o solicitante en ciertos casos de homicidios deseados; de los
menores que incitan al agente a violar las leyes destinadas a su protección; o
el de individuos incitando a alguien para que lo mutile a fin de salvarse del
servicio militar; o el del aborto practicado sobre la víctima a su pedido. Esa
categoría de víctima -dice Fattah- es entonces casi identificable con el
malhechor como su cómplice".
¯ La
víctima no consciente que
provoca la acción. En estos casos la víctima, al contrario de lo señalado en el
tipo anterior, no incita al acto pero lo provoca con sus reacciones conscientes
o inconscientes. Las variedades principales son:
·
La
víctima del acto cometido por el otro en estado de legítima defensa. Ha
provocado con su agresión el ataque que se emprendió contra ella y que pueden
determinar su muerte.
·
La
víctima "precipitarte". Este término señala a la persona que ha
provocado el acto cometido en su contra, sea recurriendo a la fuerza física o
mostrando un arma, por ejemplo.
·
La
víctima que por actos injustos o bien por insultos ha hecho perder al
victimario su sangre fría y lo ha incitado al atentado en su contra.
B)
Víctima
participante. Si
bien la víctima provocadora desempeña un papel preponderante en la génesis del
crimen, la participante se sitúa generalmente en la fase de la misma ejecución.
Su participación puede consistir en una actitud pasiva, que facilita la
ejecución del crimen, o en una forma activa. Describe los siguientes casos:
ü El
tipo pasivo: Se
caracteriza por su actitud favorable a la realización del crimen. Pasividad
que puede tomar diversas formas
Simple deseo de que el acto sea cometido.
Consentimiento: por persuasión; por ignorancia de la naturaleza
del acto a causa de la edad joven; por deficiencia mental.
Sumisión, resignación.
Complicidad.
Indiferencia, indolencia, apatía, letargo.
Todas estas actitudes son favorables a la
ejecución del crimen, sin alcanzar empero la deliberación que implica el
consentimiento.
ü El
tipo activo: Aquí
la víctima trae una participación directa en la infracción. Señala los
siguientes casos: la víctima contribuyente; la víctima cooperadora; la víctima
colaboradora; la víctima coadyuvante.
Explica Fattah que la víctima puede ser
sucesivamente provocadora (instigadora o suplicadora) en la fase de descarga y
participante en la fase de ejecución, constituyendo en tal modo un tipo mixto.
En estos casos desempeña un rol activo en el cometido de la infracción penal,
ya sea que actúe conjuntamente con el culpable (la menor consciente en los
casos de rapto o violación) o que preste una ayuda o asistencia cualquiera al
autor.
IV.- CLASIFICACION
DE LAS VICTIMAS SEGÚN HILDA MARCHIORI
DeLtrabajo de Hilda Marchiori, extraigo
una sistematización interesante referida fundamentalmente a la relación
autor-víctima del delito, en que se analizan los mecanismos psicológicos de las
circunstancias del encuentro entre ambos:
a)
víctimas
pertenecientes al mismo grupo familiar del autor del delito;
b)
víctima
conocida;
c)
víctima
desconocida.
En cuanto al primer grupo, señala el
maltrato a menores, homicidios por celos, alcoholismo, incesto y un gran
número de delitos que no son denunciados, como lesiones e impudicicias con
menores. "Hay niños que desde los
primeros meses de vida y en algunos casos desde los primeros días, son víctimas
de maltrato, torturas, castigos generalmente ocasionados por los padres o
familiares del menor. Niños abandonados y menores drogadictos que llegan a esta
situación de delincuencia por la carencia de cuidados maternales y de la
patología del núcleo familiar".
Menores explotados por sus padres en el
plano laboral, que son estimulados a robar para asistir económicamente a la
familia. Son víctimas que muy probablemente se conviertan en futuros
delincuentes.
En el homicidio por la
"identificación emocional" (celos), el agredido mantiene una relación
sado-masoquista con el autor. Se observa que los celos entre la pareja
conducen inexorablemente a la autodestrucción. Y en el homicidio que se produce
en el grupo familiar tras la ingesta de alcohol, éste actúa como desinhibidor
de la agresión ya que generalmente existe una dinámica interna de tipo
persecutorio en el autor del delito.
En el caso de la víctima conocida para el autor, se dan diversas circunstancias:
cercanía domiciliaria, de trabajo, etc., que permiten conocer la situación y
costumbres de la víctima, para cometer delitos de robo, sexuales, homicidios
por venganza, entre otros. En los supuestos de víctima desconocida para el autor, casi siempre existe una
visualización previa de ciertas circunstancias, que también se refieren al
lugar de ocurrencia de la agresión, como en el caso de las pandillas que hacen
víctimas de delitos sexuales o el caso del exhibicionista que efectúa una
rápida selección de su víctima impresionable frente a su conducta patológica.
Muchas prostitutas, por el simple hecho de ejercer tal comercio, están
propensas a ser víctimas de delitos de robo, lesiones y, acaso, homicidio.
V.- CLASIFICACION
DE LAS VICTIMAS SEGÚN ELIAS NEUMAN
VÍCTIMAS
INDIVIDUALES, FAMILIARES, COLECTIVAS Y SOCIALES
No resulta fácil asir el número, calidad
y covariantes de las víctimas individuales, bidimensionales y colectivas o
comunitarias en los tiempos que corren. No en todos los casos se advierte
activamente el mecanismo interaccional entre los principales actores del
delito. De ahí que con respecto a los delitos convencionales parece muy poco lo
que se pudiera agregar. Por lo demás, ya se ha desandado un cuarto de siglo
desde que Mendelshon hablara de la pareja penal y diera pie a su clasificación
que otros autores han retomado con ligeras variaciones. En ese lapso se ha
amplificado, paralelamente, la cantidad de delitos no convencionales, y la
celebérrima "pareja penal", como ya he dicho, no puede celebrar
ningún connubio, desde que pocos victimizan a muchos, sin siquiera conocerse,
aunque se sabe que la víctima siempre está allí...
Recogiendo esas experiencias pretendo
esbozar una clasificación más moderna y dinámica, cuya
característica esencial estriba en que no es -ni podría ser exhaustiva. Divido
a las víctimas en: a) individuales;
b) familiares; c) colectivas; d) sociales (o del sistema social).
Individuales
|
Sin actitud victimal
|
1
Inocentes
1
Resistente
|
Con actitud victimal
culposa
|
1
Provocadoras
(legitima defensa).
1
Provocadoras
genéricas.
1
Cooperadoras o
coadyuvantes.
1
Solicitantes o
rogantes (mutilación, eutanasia).
|
|
Con actitud victimal
dolosa
|
1
Por propia
determinación (suicidio).
1
Delincuentes
(ciertos timos en la estafa).
|
|
Familiares
|
1
Niños
golpeados y explotados económicamente (trabajo, instigación a robar).
1
Mujeres
maltratadas.
1
Delitos del
ámbito conyugal (violación, incesto).
|
Los delitos de índole familiar
escasamente llegan a conocimiento de la justicia y tal vez constituyan -dentro
de los delitos convencionales- los que engrosan de manera más elocuente la
llamada "cifra negra". Incluyo a los menores golpeados, que
constituye un hecho reiterado en estos tiempos, porque se trata de una forma de
victimización que engendra grandes resentimientos y desequilibrios emocionales
que conducen frecuentemente a la delincuencia.
Colectivas
|
La comunidad como Nación
|
1
Alta traición.
1
Rebelión.
1
Sedición.
1
Levantamientos.
1
Toda otra
forma de conspiración para derrocar un gobierno legítimamente establecido.
|
La comunidad social
|
1
Terrorismo
subversivo.
1
Genocidio.
Etnocidio
1
Delitos de
"cuello blanco cometidos por particulares (fraude bancario, financiero).
1
Polución de la
atmósfera, la tierra y las aguas.
1
Falsificación
de medicamentos. Falsificación de alimentos.
1
Tráfico
internacional de drogas.
1
Compra
fraudulenta de armas de guerra.
1
Abuso de poder
gubernamental.
1
Terrorismo de
Estado.
1
Abuso de poder
económico estatal.
1
Evasión
fraudulenta de capitales por funcionarios.
1
Ocultación de
"beneficios" por funcionarios.
1
Monopolios
ilegales.
1
Especulaciones
ilegítimas desde el poder (con motivo de conocimiento de desvalorizaciones
monetarias, por ejemplo).
1
Fraudes con
planos urbanísticos.
1
Persecuciones
políticas a disidentes de todo tipo.
1
Censura y uso
abusivo de medios de comunicación.
|
|
Determinados grupos
comunitarios por medio del
sistema penal
|
1
Leyes que
crean delincuentes (drogadictos. usuarios, tenedores).
1
Menores con
conductas antisociales.
1
Detenidos en
sede policial (vejaciones, tratamiento cruel, tortura).
1
Inexistencia
de asistencia jurídica.
1
Exceso de
detenciones preventivas.
1
Prisiones de
máxima seguridad, promiscuas, que sólo atienden al depósito.
1
Inoperancia en
la reinserción social de liberados (definitivos o condicionales).
1
Dificultades
para el resarcimiento económico de las víctimas.
|
|
Víctimas de la
sociedad o del sistema social
|
1
Niños material
o moralmente abandonados.
1
Enfermos.
1
Minusválidos.
1
Locos.
1
Ancianos.
1
Sumergidos
sociales.
1
Minorías
étnicas, raciales y religiosas.
1
Homosexuales.
1
Algunos casos
de accidentes de trabajo.
|
Esta última categorización referida a las
víctimas sociales se incluye por sus posibilidades ciertas -debido a su propia
debilidad y falta de asistencia- para constituirse en víctimas de delitos. Y -en
ciertos casos devenir delincuentes.
VII.- EJEMPLOS DE
VICTIMAS
1.- LA "VÍCTIMA NATA": CRISTO COMO VÍCTIMA
Algunos autores, como una suerte de
especulación asistemática e hipotética, señalan la existencia de víctimas que
tienen una inclinación natural a serlo. Una tendencia de raíces biológicas,
tal vez metabólicas, un destino, en fin, que las lleva naturalmente a sufrir
reiteradas tropelías y delitos en su contra. Recuerdan un tanto a una película
cinematográfica francesa que se conoció en la .Argentina con el
nombre de "Mala pata", donde el protagonista iba sufriendo varias
veces al día debacles y agresiones, algunas delitógenas, sin solución de continuidad.
Se ha querido avalar con bases
estadísticas este tipo de situaciones. Se habla también de familias que tienen
una tendencia o predisposición especial a transformarse en víctimas. El ejemplo
que le he escuchado al profesor Drapkin es el de los Kennedy. Como se
recordará, John Kennedy fue asesinado siendo presidente de los Estados Unidos.
Lo mismo ocurrió con su hermano Robert, candidato a la presidencia; otro
hermano pereció en un accidente de aviación; Edward Kennedy también sufrió en
su momento un accidente de aviación y cayó en un barranco en otro accidente
automovilístico; a un hijo de Edward debió amputársele una pierna, y a un hijo
de Robert se lo acaba de hallar muerto por la ingestión de una sobredosis de
droga.
En fin, una cantidad nada común de casos
y circunstancias que hace que esta familia pueda ser considerada con una suerte
de inclinación genética a la victimización. Debe tratarse de una inescrutable
labilidad, como dicen en el interior del país, un "mal de ojo" que
recae sobre toda la familia Kennedy proclive a una cantidad de hechos
victimizantes.
El profesor belga Severín Versele señala:
"El ligamen psicológico de la pareja criminal reviste las formas más
diversas, desde la provocación directa al delito por parte de la víctima hasta
la desconcertante constatación de que existen víctimas predestinadas, que
circunstancias particulares parecen impulsar a devenir víctimas por vía de
algunos factores psicológicos y sociales"; y agrega seguidamente: "A nosotros nos parece que existen
sujetos predispuestos a ser víctimas, como existen sujetos de escasa
resistencia que permiten a los microbios invadir fácilmente un terreno
favorable predispuesto. La víctima nata parece ser una realidad viviente cuya
aptitud específica a ser víctima se explica con particularidades
biopsi-cológicas y psicosociales, estas últimas siendo tal vez el resultado de
aquéllas"
En nuestro país se ha dado el caso de
comercios que han sido asaltados varias veces incluso en un mismo año. El
diario "Clarín", en su edición del 1° de noviembre de 1983 trae un
sugestivo título: "Asaltó cinco veces a un repartidor de soda y narra cómo
un mismo delincuente, "pirata del asfalto", en cinco oportunidades
sucesivas, entre mayo de 1982 y octubre de 1983, asaltó durante su recorrido al
mismo camionero que repartía sifones de soda a domicilio. Así como Lombroso
pretendió precisar y describir al "delincuente nato", se trata de
remedarlo a través de la posible existencia de la "víctima nata".
No es novedad que la criminología clínica
ha dejado de lado esa teoría y su investigación, aunque hace pocos años se
reavivó la idea, frente al presunto descubrimiento en personalidades
criminales de variantes en sus cromosomas. La búsqueda de este tipo particular
de criminalidad, de esa variedad antropológica y biológica, ha cesado
prácticamente. Los criminales están entre nosotros y se nos parecen cada día
más... Inútiles las probetas y las distancias asépticas. Similares razones u
otras parecidas atañen a la cautela con que se debe acoger el concepto de
"víctima nata". Podrá hablarse en el mejor de los casos de
"víctima latente" considerando diferencias de actitud para
constituirse ciertas personas en víctimas. Ésa es una realidad constatable,
según datos experimentales.
De
ahí que Aniyar de Castro señala: "hablar de víctima nata sería un
anacronismo doctrinal, puesto que ni siquiera de los sujetos subnormales, los
más representativos, podemos asegurar que sean arrastrados por fuerzas
inescrutables a convertirse en víctimas. Así como todos los subnormales no son
a fortiori criminales". El concepto puede
conducirnos a los excesos de una caza de brujas" ya que la palabra
predestinación es un vocablo cuya semántica resulta cargada de un sentido de
magia o de religión. Agrega la autora venezolana:"Tal vez la única víctima nata que podamos concebir sea Cristo,
nacido para morir asesinado, que psicológicamente estaba determinado a
autorrealizar la muerte que lo justifica".
Sócrates, que fue un innovador en Atenas
para su tiempo, terminó aceptando la necesidad de su muerte y desechando los
ruegos de sus discípulos Platón y Jenofonte para que se exiliase. El caso de
Cristo, dejando de lado dogmas y puestos en la Tierra, se le parece en cuanto
refleja la incomprensión a un visionario a quien, ni su época ni los jueces de
ésta, pudieron, quisieron o supieron entender.
Desentrañar el sentido de esa vida y si
esa muerte era predeterminada excede los parámetros de la victimología aunque,
con la mira interpretativa actual, puede hablarse con la debida cautela de una
víctima coadyuvante por su altiva y reiterada actitud de testimonio ante sus
jueces, aun sabiendo que éstos podrían condenarlo a morir (¿búsqueda
inconsciente de su fin?). Y coadyuvante en su sentido poco convencional: buscó
ser comprendido hasta el último momento. En su actitud se plantea la
comprensión y el amor entre los hombres. La de sus jueces es exactamente
opuesta en plano a esa comprensión que se les reclama.
No advierto factores predisponentes ni
aun en la aceptación de la propia muerte y el perdón a sus ofensores para
definir, en los términos difusos con que lo hacen los victimólogos a esta
víctima, como "nata". Habrá que estudiar la existencia de factores
subyacentes que predispusieron a la elección de Cristo como víctima sin
olvidar que la víctima nunca se da sola o al acaso. A su costado o a su frente
siempre se encuentra el victimario.
Desde otro ángulo, resulta Cristo una de
las escasas víctimas que perdona a sus asesinos intelectuales y materiales.
Actitud en la que seguramente se inspirara Juan Pablo II cuando visitó en la
cárcel de Rebibbia, a fines de diciembre de 1983, a quien atentara contra su
vida dos años antes, Mehemet Ali Agca, para ratificarle su perdón y de quien,
según expresara, , recogió expresiones de arrepentimiento.
2.- VÍCTIMAS A PESAR DE SÍ
MISMAS: LOS SUMERGIDOS SOCIALES
Existen víctimas a pesar de ellas con
predisposición latente a convertirse en victimarios. Son los sumergidos sociales,
los desposeídos, las familias hambreadas que viven en habitáculos misérrimos de
latas y madera o materiales prensados, sin posibilidades de asistencia ni acceso
a los medicamentos cuando son necesarios, acarreando agua desde allí donde
ella se encuentre para las necesidades higiénicas. De espalda a toda expresión
de instrucción y cultura. Desconocen al autor o autores concretamente
responsables de su victimización. No les ofrece un rostro. Pero son muchos los
que han convalidado tanta monstruosidad y creen que estos sumergidos sociales,
subculturalizados, están así porque lo son por "derecho natural" o
porque les gusta.
Esa violación consecuente de sus Derechos
Humanos y la situación a las que se los ha arrojado, los convierte forzadamente
en víctimas de un sistema social. Y quienes nacen en esas pocilgas y allí
desarrollan sus vidas están más cerca de la victimización nata que aquellos
inducidos por esotéricos determinismos.
Hay en estos casos una indiscutible
facilidad y propensión para devenir delincuentes, en el sentido de "pobre
diablo", previa victimización. Una suerte de víctimas contra sí mismas que
suelen transformarse en delincuentes por el denominador común del
resentimiento.
Es posible que en el futuro la
victimología establezca científicamente las leyes que dirigen los procesos de
victimización social y los factores de ideologización que concluyen para que
ello ocurra.
COMPARACION ENTRE LAS DIFERENTES
CLASIFICACIONES DE VICTIMAS
1.-
BENJAMIN MENDELSON
1 La Víctima Inocente o Víctima Ideal. Víctima Anónima que
no ha hecho nada o nada ha aportado para desencadenar la situación criminal por
la que se ve damnificada es totalmente ajena a la actividad criminal. (le
arrebata el bolso, explosión)
1 La Víctima o por Ignorancia o de Culpabilidad Menor. Se da un cierto
impulso no voluntario al delito, pero por cierto grado de culpa o por un acto
poco reflexivo causa su victimación. (Hacer el amor en un parque, la atacan.
Violan a la mujer y que matan al hombre.)
1 Víctima Voluntaria (es tan culpable como el infractor)
ü Los que juegan la ruleta Rusa
ü Los suicidas por adhesión
ü Eutanasia.
ü La pareja criminal: Instigador
(incubo) instigado (súcubo)
1 Víctima más culpable que el infractor
ü La víctima
provocadora: incita al autor a cometer su delito (homicidios pasionales,
celotipia.)
ü La víctima
imprudente: es la que determina el delito por falta de control. (deja el
automóvil mal cerrado o con las llaves)
1 La víctima más culpable o únicamente culpable
ü La víctima
infractora: cometiendo la infracción, resulta siendo la víctima (Homicidio en
legítima defensa)
ü La víctima simulada:
quien acusa y logra que la justicia
cometa un error.
ü La víctima
imaginaria: persona con trastornos de personalidad paranoide reivindicativa, de
persecución, querellante, histérica, mitómano, demencia senil, los adolescentes
(pseudología Fantástica)
GRUPOS DE VICTIMAS SEGÚN MENDELSON
1er. Grupo:
|
2do. Grupo:
|
3er. Grupo:
|
- La Víctima Inocente
|
- La Víctima Provocadora
- La Víctima Imprudente
- La Víctima Voluntaria
- La Víctima por
Ignorancia.
|
- La Visita Agresiva
- La Víctima simuladora
- La Víctima Imaginaria.
|
2.-
TIPOLOGIAS VICTIMALES SEGÚN HANS VON HENTING
- Víctimas:
* Deprimidas *
Adquisitivas *
Desenfrenadas y libertinas
* Solitarias *
Atormentadas * Bloqueadas
* Luchadoras.
3.-
TIPOLOGIAS VICTIMALES SEGUN LUIS JIMENEZ DE ASUA
1 Indiferentes o
anónimas: “la bolsa o la vida”
1 Determinadas: crimen
pasional mata a “su” mujer no a otra.
1 Resistentes: la
legítima defensa
1 Coadyuvantes:
Tiranicidio, homicidios, justicieros, homicidios pasionales, duelo, la riña, el
suicidio, el rapto, los delitos sexuales, delitos contra la propiedad, la
estafa.
4.-
TIPOS DE VICTIMAS SEGÚN ABDEL EZZAT FATTAH
1 Victima Provocadora: incita al delincuente a cometer el delito.
ü Victima provocadora pasiva (provocación indirecta): por
negligencia o imprudencia favorece o incita indirectamente al delincuente a
cometer su delito: dejar las llaves en el carro con la puerta abierta, exponer
la mercadería al alcance del público (supermercados).
ü Victima provocadora activa: (provocación directa)
¯ Víctima Consciente:
incita a la acción como agente provocador o promotor, instigados, rogante o
solicitante: homicidio, menor en custodia que se “someten “para lograr algo”,
mutilación para no ir al ejército o declararse incapacitado, aborto solicitado.
¯ Víctima No
consciente: lo provoca con sus reacciones conscientes o inconscientes.
·
La
víctima por legítima defensa: ha
provocado con su agresión el ataque contra ella.
·
La
Víctima Precipitaste: provoca el delito en su contra, recurriendo a la fuerza
física o mostrando armas.
·
La
Víctima que incita: por sus actos injustos o por sus insultos a cometer el
delito”.
1 Victima Participante: puede ser activa o pasiva
ü Tipo Pasivo: actitud favorable a la realización del delito.
·
Simple:
desea que el acto sea cometido
·
Consentimiento:
por persuasión, por ignorancia (menores
de edad, retardados mentales)
·
Complicidad
·
Indiferencia:
indolencia, apatía, letargo
ü El Tipo Activo
¯ Víctima
contribuyente
¯ Víctima cooperadora
¯ Víctima colaboradora
¯ Víctima Coadyuvante
5.-
TIPOS DE VICTIMAS SEGÚN HILDA MARCHIORI
1 Víctima
perteneciente al mismo grupo familiar del autor del delito: Maltrato infantil,
homicidio por celos, alcoholismo. (Identificación emocional) incesto.
1 Víctima Conocida:
vecinos, compañeros de trabajo
1 Víctima desconocida
6.-
TIPOLOGIA VICTIMAL SEGÚN ELIAS NEUMAN
1 La Víctima Nata: “tener mala pata”
ü Los Kennedy
ü Cristo: nació para
autorealizarce con su muerte (víctima coadyuvante)
ü Sócrates: aceptó la
necesidad de su muerte.
1 Víctimas a pesar de
sí misma:
ü Los sumergidos
sociales: existe víctima a pesar de ellos con predisposición latente a
convertirse en victimarios.
ü Los sumergidos
sociales
ü Los desposeídos
ü Los parias
(asentamientos humanos)
ü “pobre diablos”
7.- VICTIMAS EN LOS DELITOS
SEXUALES
1 Víctima Propiciatoria: Ansiosa de ayuda,
consciente, está de acuerdo. “Cuando uno no quiere dos no pueden”, “Ceder negando:
por parte de la mujer es una forma de la fuerza grata de que hablaron los
romanos”, “Provoca e incita”.
1 El rapto consensual: La “víctima no sólo
ejecuta un acto de voluntad sino que
debe tomar medidas para efectuarla.
1 El Adulterio
1 Menores de Edad. Incesto
8.-
EL HOMBRE CONTRA SI MISMO SEGÚN KARL MENINGER
SUICIDIO
|
SUICIDIO CRONICO
|
SUICIDIO FOCAL
|
SUICIDIO ORGANICO
|
•
El Deseo de Matar
•
El Deseo de ser matado
•
El deseo de Morir
|
•
Ascetismo y Martirio: Mártires
Psicóticos. Componentes:
- Autopunitivo - Agresivo
- Erótico
•
Invalidez Neurótica
- Alcoholismo
- Conducta antisocial
- Psicosis
|
•
Automutilaciones
•
Simulación de Enfermedades
•
Policirugía
•
Accidentes intencionales
•
Impotencia y Frigidez
|
•
La afección orgánica es
utilizada para fines de autocastigo.
|
VICTIMIZACIÓN DE MENORES
De acuerdo a la legislación vigente muchos actos se realizan con miras a
la “Protección del Menor”
Sin embargo no existe distinción entre la ejecución de la sanción penal
y la medida de seguridad, o si se prefiere, entre los menores transgresores de
la ley penal y los “retenidos”. Es similar la Victimización cuando un juez
condena a un menor como cuando, sin ser este autor de trasgresión alguna y por
sentido protector, decide internarlo, muchas veces en el mismo reformatorio o
albergue.
1.-
LOS MEORES EN Y DE LA CALLE
Existe en todas las ciudades de Latinoamérica, cientos de miles de
menores de la calle o en la calle que viven, deambulan o trabajan en ella. Son
seres aparentemente frágiles que, por lo general, provienen de familias que no
han podido acceder, o tienen muy serias dificultades de acceder, al desarrollo
urbano industrial.
La violencia comienza en el estómago, sigue en la familia inexistente,
disociada o agresiva, y por ello la falta de contención afectiva, moral,
educativa, laboral, los maltratos y las carencias de todo orden que ello
implica. Sin contar con que el maltrato puede llevar al desamparo total y al
abandono, que en determinadas circunstancias constituye un delito.
Los menores que no han creado el mundo, vinieron a él cuando ya estaba
hecho, al parecer no muy bien. Diría que llegaron marginados y, por ende
victimizados. Insertados en el marco social y en el sistema económico y que con
el crecimiento urbano e industrial vuelven a ser marginados y así seguirán
después, en muchos casos, para siempre. Sus conductas asociales supondrán
nuevas marginaciones en otros escenarios preparado para la ocasión por los
controles criminalizadotes.
A estos menores se les ha denominado de diferentes formas: Menores en
peligro, menores en situación de peligro, menores de la calle, menores en la
calle, menores en situación de riesgo, abandonados material y moralmente,
pirañas, etc.
En 1979, en Panamá se los definió descriptivamente como: la situación en que se encuentra un menor de
edad por carecer de representante u
originado por una conducta abusiva de sus padres o de quien legalmente lo tenga
bajo su responsabilidad, y que le ocasione perjuicio.
Estos menores se han constituido en esa suerte de materia prima de la
industria delictiva, que es preciso madurar, marginándolos nuevamente en
reformatorios, comisarías y cárceles de adultos.
2.-
PANDILLAJE
La migración interna trajo consigo los denominados, conos urbanos,
pueblos jóvenes, barriadas, asentamientos humanos, etc, que rodearon y
envolvieron a las grandes ciudades.
La familia pierde, en estas grandes ciudades, el sentido que tenía. La
mujer debe salir a trabajar para solventar, o ayudar a solventar, los gastos
del hogar y deja librados a sus hijos a la suerte, compelida por las carencias
de elementos esenciales para vivir.
A esa necesidad acuciante se suman los bajos sueldos, o trabajos
escasos, el temor al desempleo, el hacinamiento son otros elementos
conflictivos. El desempleo hace que el hombre se torne violento, irascible, se
entregue a sustitutos aditivos como el alcohol, regañe y maltrate a su familia,
mujer e hijos. Al desamparo y al desarraigo se suman la angustia de la soledad
y depresión.
En estas ciudades o cerca de ellas, formando parte de ellas o atrapadas
por ellas, está la enorme cantidad de niños y adolescentes, provenientes de
familias pobres que encuentran las más frustrantes dificultades para su
inserción social, educacional, laboral, siendo violentamente expulsados a una
vida de ocio.
Trabajar es imposible por el desempleo, estudiar igualmente imposible por
la falta de recursos económicos, sin embargo los medios de comunicación incitan
al consumo, la violencia, la competencia, ante esta situación los menores
tomarán rumbos difícilmente eludibles: soluciones aditivas y farmacológicas
para calmar la angustia y tensión. Inhalarán Terokal, consumirán cerveza,
alcohol de dudosa procedencia y otras drogas que estén a la mano.
Se forman las pandillas de jóvenes transgresores que incursionan en
hechos delictivos y acometen violentamente contra la propiedad, como si fuera
una revolución privada, propia.
El desempleo, el hambre, la miseria, implican Victimización, una forma
de opresión pasiva que se les cae encima.
Estos menores proceden de hogares destruidos o inexistentes, madres
prostitutas, padres alcohólicos, degradados en un principio a un papel
inofensivo, los menores se acostumbran a las calles en la medida que van
ganando amigos y perciben (o, acaso, recobran) un mundo afectivo al sentirse
acreedores y deudores de ese afecto, en este mundo de distorsión comienzan a
sentirse mejor en la calle que en sus casas desquiciadas; la deserción o la
Huida de enormes padecimientos los ha llevado a una estrategia de
sobrevivencia, la pandilla.
Estos menores trabajan y muchos se autoproclaman “Trabajadores de la
calle”: lustran zapatos, limpian vidrios de los carros, llaman pasajeros,
venden estampitas, caramelos, flores, agujas de coser, etc. Otros piden limosna
y no pocas veces resultan victimizados por la vil explotación ejercida por sus
padres, padrastros o algún aprovechado a quien obedecen por temor o afecto.
Se unirán mas tarde en correrías: pequeños hurtos de alimentos, carteras
y al fin caerán presos.
3.-
VICTIMIZACION INSTITUCIONALIZADA
“El Delincuente se gradúa en el Parque Universitario, hace su Maestría
en Maranga y su Doctorado en Lurigancho”.
Dr. Moisés Ponce Malaver.
Los albergues, reformatorios, centros de readaptación, colonias,
granjas, etc. A decir de Neuman deberían llamarse Deformatorios, porque da la
impresión de que se procura adiestrar o amaestrar al menor trasgresor. Amaestrarlo y luego quebrarlo en su
identidad, en el mínimo de autoestima que aún le queda, esto permite subrayar
hasta la exacerbación su Victimización institucionalizada y su resentimiento
social, en el aislamiento cobra sentido la rebelión que tría y “la beca de
perfeccionamiento” que se le brinda.
No tratamos de crear reformatorios más modernos, sino de un nuevo
concepto, sobre la base de reconocer que se incide sobre sectores sociales de
gran carencia; se trata también de crear vínculos solidarios, mínima
imputabilidad social y mayor corresponsabilidad comunitaria. En este orden de
ideas la internación debe restringirse al mínimo.
.- VICTIMIZACION POLICIAL
Al margen de las actitudes y
formas de trabajo policial y las represiones violentas y abusivas que encara
contra ciertos sospechosos de delitos, la policía cumple una función tan
compleja con necesaria y útil en el entramado social. Su finalidad esencial, en
teoría, es la de velar por la vida y seguridad de los ciudadanos, previniendo
la comisión de delitos, cumpliendo de tal modo, con lo que la ley supone
contener o dirigir.
Diariamente se sabe de su asistencia a personas en riesgo, salvando
vidas, atendiendo partos, generalmente a personas pobres y sencillas, la acción
social que realiza es múltiple y encomiable en la mediación de problemas
familiares y vecinales; en los pueblos pequeños, el comisario suele ser el
hombre de consulta de los más diversos problemas, claro que también hay
comisarios que se sienten dueños y señorees de la vida y propiedades y proceden
autoritariamente.
La policía siempre cumple órdenes,
siempre se atiene a la ley pero cabría preguntarse si disciernen, en si ciego
cumplimiento, el hecho de que ciertas personas no pueden prestar consentimiento
al contrato social porque son perseguidos por sus ideas o por ser pobres de
solemnidad o marginados sociales.
Sin entrar en detalles de las causas que la pueden desencadenar, la
violencia policial desata una violencia mayor, a veces goza de impunidad en su
accionar, protegida y amparada, en inflige serios daños a la sociedad.
Existe desconfianza en el actuar de los policías, se los acusa de
corrupción de extorsionar a comerciantes, delincuentes, formar parte de bandas,
etc. Es conocido los famosos “operativos” en donde se siembra algún tipo de
droga con la finalidad de realizar una “buena investigación” y extorsionar al
comerciante y obtener alimentos, dinero, bienes o simplemente “gasolina”.
La violencia que muchos policías descargan en su accionar frente a la
delincuencia, es siempre una respuesta y nunca una provocación. Cualquier
crítica a su institución la viven como un ataque a sus personas y la defenderán
sin admitir prueba en contrario: “personalmente, no lo haría, pero en algunos
casos unos golpes no viene mal, es necesario…”
2.-
VICTIMA Y PROCESO PENAL
Con motivo del proceso penal, se ha desarrollado el concepto de segunda
victimización; esto es, en el sentido de que es este proceso de definición el
que determina circunstancias que vienen a caracterizar los elementos de
desamparo e inseguridad propios del concepto de víctima. En efectos, el hecho
de que fundamentalmente la víctima del delito no tenga información sobre sus
derechos, de que no reciba la atención jurídica correspondiente, de que sea
completamente mediatizada en su problema y de que más aún, en muchos casos
(violaciones o agresiones sexuales en general, violencia familiar, etc.) reciba
un tratamiento que le significa ahondar la afectación personal sufrida con el
delito, implica que los operadores de justicia le determinan sus condiciones de
desamparo e inseguridad, con lo cual se reafirma su etiqueta de víctima.
Más aún, en relación con los operadores de justicia no sólo hay que
considerar a la víctima del delito, sino también a otros sujetos a los cuales
también se les asignan estas características
de desamparo e inseguridad y que por ello mismo pasan a ser igualmente
víctimas. Es el caso en general de los testigos en el proceso, que a menudo
sufren una serie de vejaciones y carecen de información sobre sus derechos y de
asesoramiento jurídico. Y aún el propio delincuente y sus familiares, en la
medida en pasan a ser un simple objeto, un número o título de un expediente y,
por tanto, carentes de toda consideración de persona, con lo cual quedan en
total desamparo e inseguridad.
Así, pues, la consideración de la víctima en relación con el proceso
penal presenta una gran complejidad y se podría distinguir entre medidas
destinadas a una mayor protección de la víctima, que implican sólo una reforma
del proceso, y aquellas que van dirigidas a una nueva concepción alternativa al
proceso penal, sobre base de un modelo interactivo víctima - autor.
3.-
VICTIMOLOGIA Y SEGURIDAD CIUDADANA
La Victimología ha tomado gran importancia en su relación con la
seguridad ciudadana, tema que en la actualidad resulta fundamental en la
perspectiva de la intervención del estado para la protección de los derechos de
las personas.
Si por principio, no es posible la eliminación de la cuestión criminal,
ya que ella aparece como objeto de definición desde las propias formas de
control institucionalizado, es evidente la necesidad de preocuparse por la
víctima, con el fin justamente de disminuir al máximo los procesos de
Victimización, por los cuales también aparecen determinados en gran medida por
las formas de control institucionalizado. De ahí que se pueda distinguir entre Victimización
primaria, secundaria y terciaria.
La Victimización primaria, como ya hemos dicho, es aquella que hace
referencia con la realización del hecho delictivo y, por tanto, con la
asignación a un hecho de los caracteres delictivos conforme a la institución de
control penal; La secundaria en virtud del desamparo que se produce en el
contacto con los operadores del sistema penal, y la terciaria en el desamparo
de la asistencia social que se produce en el reencuentro con sus grupos de
relación y organismos generales de ayuda pública. Analizaremos algunas
situaciones:
Por una parte tenemos la llamada “inseguridad objetiva”, esto es la
definición de víctima como sujeto pasivo directo del hecho delictivo: Pero
también se da la “inseguridad subjetiva”, es decir, la definición de víctima
que se produce por la intersección de los controles informales en relación con
el control formal de carácter penal. Los medios de comunicación, el entorno
social y las trasmisiones orales de las víctimas directas, llevan a que un gran
número de personas se sientan victimizadas, esto es, con la misma sensación de
desamparo y desvalimiento que las víctimas directas. Ambos procesos, tanto el
de Victimización directa u objetiva con el de Victimización indirecta o
subjetiva, son procesos reales que influyen evidentemente en la seguridad
ciudadana y que, por tanto, deben ser considerados por los organismos estatales.
Los procesos de Victimización directa u objetiva platean diferentes requerimientos para evita un
aumento de la sensación de desamparo o desvalimiento de la víctima:
1 Una atención pronta
de sus necesidades, de ahí que hayan surgido Servicios de Atención a la Victima
(Emergencia Mujer) con objeto de que esta tenga de inmediato una primera
atención jurídica, médica, psicológica y social asistencial y que al mismo
tiempo le informen y den acceso a los servicios especializados en cada caso.
1 Un servicio de
información sobre las precauciones que llegado el caso haya que tomar para
evitar convertirse en víctima de delito.
1 Una consideración de
los altos riegos objetivos de Victimización, con objeto de acentuar la
información sobre medidas de precaución en tales casos y al mismo tiempo
aumentar las medidas de protección.
1 Una consideración de
las actividades de altos riegos. Es un tema complejo, ¿el estado debería asumir
la protección de bancos por ejemplo?
1 Una mejor
organización especializada de la policía y su formación sobre la base del
respeto de las libertades y derechos fundamentales de los ciudadanos.
En cuanto a los procesos de Victimización indirecta o subjetiva, que
llevan a la llamada inseguridad subjetiva, los requerimientos-algunos de los
cuales coinciden con los anteriores- apuntan a lo siguiente:
1 Necesidad de un
apoyo especializado, que solo puede darse por conducto de los servicio de Apoyo
a las víctimas.
1 Reestructuración de
la policía y de la administración de justicia en relación con el trato a la
víctima.
1 Desarrollo de
políticas de comunicación de masas, con el objeto de evitar la magnificación de
la sensación de desamparo de la víctima y de la ciudadanía en general.
4.-
VICTIMA Y OTROS PROFESIONALES DEL SISTEMA: MEDICINA LEGAL
La víctima no sólo sufre una vía crucis al asistir al sistema judicial,
sino también cuando acude a las oficinas de medicina legal:
1 Debe realizar un
pago por su Reconocimiento Médico Legal, el cual está señalado en Texto Único
de Procedimientos Administrativos.(T.U.P.A.)
del Ministerio Público.
1 Debe formar colas y
esperar la atención, debido a la escasez de profesionales en Medicina Legal, el Ministerio Público no
cuenta con los recursos necesarios para contratar nuevos profesionales.
1 Desconocimiento por
parte de la víctima para que se le envía a Medicina Legal, la entidad que
solicita el Reconocimiento Médico Legal no le explica el porque de la necesidad
de dicho reconocimiento.
1 Desconocimiento de
la Técnica de Reconocimiento Médico Legal, por diversos motivos se contrata
profesionales no especialistas que van a trabajar en Medicina sin ser Médicos
Legistas de carrera.
1 No contar con los
medios económicos necesarios para realizarse el examen auxiliar solicitado por
un Médico Legista.
BIBLIOGRAFÍA BASICA
- BUSTOS R, J. & LARRAURI, E: VICTIMOLOGIA: Presente y Futuro. Edit. Temis. Bogotá 1993
- MENNINGER, K. A: El hombre contra sí mismo: LOSADA : Bs As 1952
- NEUMAN, E: Victimología: El rol de la Víctima en los delitos convencionales y no convencionales. Edit. Universidad. 2º Edic. Bs. As. 1994
- NEUMAN, E: VICTIMOLOGIA Y CONTROL SOCIAL. Edit. Universidad. Bs. As. 1994
- NEUMAN, E.: Victimología y Control Social. Edit. Universidad. Bs.As. 1994
- RODRÍGUEZ MANZANERA, L.: Victimología: Estudio de la Víctima. Edit Porrúa. México. 1998
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